En un emocionante giro de los acontecimientos, las niñas, niños y adolescentes de Paraguay lograron convertir en realidad un sueño que durante mucho tiempo anhelaron: hoy viven en un país donde su participación protagónica para la incidencia en las políticas públicas es un compromiso firme por parte del Estado.
Esta transformación ha marcado un antes y un después en la vida de todas las niñas, niños y adolescentes, quienes ahora disfrutan de espacios seguros e inclusivos donde sus opiniones son escuchadas y valoradas en todos los ámbitos de su vida.
Una de las características más destacadas de este nuevo panorama es la participación activa de las niñas, niños y adolescentes en mesas de diálogo y trabajo colectivo con funcionarias y funcionarios de instituciones públicas. Fueron llamados para liderar diversos espacios y son consultados regularmente sobre los temas que les interesan y preocupan. Además, coordinan encuentros y actividades a nivel nacional y local, asegurando así la representatividad de sus voces en todo el país.
Una adolescente integrante de uno de los grupos organizados expresó: “nos preguntan qué necesitamos, qué queremos, qué podemos hacer y cómo podemos trabajar juntos”. Estas preguntas reflejan el espíritu de colaboración y participación que ha permeado a la niñez y la adolescencia de Paraguay. La participación activa de todas las niñas, niños y adolescentes, se ha convertido en una oportunidad para su aprendizaje y desarrollo personal. Estos procesos les han permitido comprender cómo funcionan el gobierno y las instituciones, así como también se involucran en la toma de decisiones y reciben capacitación en diversas áreas y temas, lo que les permite contribuir de manera aún más efectiva al desarrollo y bienestar del país.